El sentido común no es tan común.» ― Voltaire
La inteligencia emocional (IE) es un tema que ha estado muy de moda en los últimos años, sin embargo el concepto no es realmente nuevo. Podría decirse que es algo así como lo que antes era conocido como «sentido común«.
Una gran cantidad de dichos y frases llenas de sabiduría de nuestros antepasados son prueba de ello. Pero, ¿qué es todo este alboroto acerca de la IE? ¿Y por qué esta bien desarrollarla?
Empecemos por lo más básico
En nuestra vida diaria desde el momento en que nos levantamos hasta el momento en que nos acostamos tenemos que tomar decisiones con el objetivo de resolver todo tipo de situaciones. Por suerte, contamos con recursos suficientes para hacer frente a este tipo de demandas. El problema es que a pesar de tener las herramientas necesarias, muchas veces no sabemos cómo usarlas.
Hemos nacido con la capacidad de aprender y entender cosas nuevas de modo que podamos hacer frente a situaciones desconocidas y resolver problemas adecuadamente. Esto es a lo que llamamos inteligencia. Esta cualidad, nos permite recolectar conocimiento, que puede ser adquirido por medio de la experiencia o a través del entendimiento y la comprensión.
La toma de decisiones tiene como base nuestro conocimiento y está presente en todos los aspectos y momentos de nuestra vida, siendo algunas de nuestras decisiones más importantes que otras.
Independientemente de lo anterior, es a través de este proceso por el que somos capaces de superar los obstáculos (problemas) que aparecen en el camino para alcanzar nuestros objetivos.
Pero entonces ¿qué es toda la bulla alrededor de la inteligencia emocional o el famoso EQ?
Lo que pasa es que tener un gran intelecto (alto IQ) en realidad no es suficiente a la hora de resolver problemas. Cuando tomamos decisiones, éstas se ven influidas no sólo por nuestro pensamiento, sino también por nuestras emociones. Es aquí donde el sentido común deja de ser tan común y empieza a perder el sentido.
La inteligencia emocional representa nuestra capacidad fundamental para «razonar con emociones«. Se trata de un conjunto de habilidades que derivan de nuestro conocimiento y entendimiento de las emociones que nos permiten:
- Percibir y valorar las emociones con exactitud (las propias y las de otros).
- Acceder y generar sentimientos que facilitan nuestro pensamiento.
- Regular las emociones con el fin de promover el crecimiento emocional e intelectual.
Aun así, estar en posesión de estas habilidades es sólo uno de los ingredientes para vivir una vida emocionalmente inteligente. Además de ello, se requiere tener motivación y saber usarlas adecuadamente de modo que los frutos resultantes del uso de estas estrategias tengan cierto nivel de calidad. Por lo tanto, una vez hayamos reunido toda la información necesaria para resolver un problema a nivel emocional, esta debe ser ordenada con cierta calidad, eficacia, autonomía y flexibilidad.
Competencia Emocional (CE)
Es la parte activa o comportamental de la IE. Tiene su base en nuestras acciones y comportamientos los cuales son guiados por el conocimiento que tenemos de cierta situación. Para entenderlo un poco mejor, esto es como el que se pregona que es buen bailarín por que tomó algunas clases de danza y sabe algo de música, sin embargo la verdad saldrá a la luz cuando esté en la pista de baile.
Del mismo modo, en nuestra vida diaria, no es suficiente con el hecho de saber, hay que saber cómo y cuándo usar ese conocimiento. Piense en algún comportamiento que usted tiene que le causa malestar o dolor y que a pesar de ello usted sigue repitiendo la misma cosa una y otra vez. Seguro usted sabe que no debería hacerlo y sabe que sería lo correcto, aún así no lo hace. Pero no hay que preocuparse, es posible aprender a ser emocionalmente competente y vivir una vida emocionalmente inteligente. Aunque la adquisición de estas habilidades requiere tiempo y dedicación de nuestra parte, una vez comenzado el proceso agradeceremos el haberlo hecho. Hablaremos de este tema con más detalle en futuras entradas, así que manténgase atento.
Concluyendo:
- La inteligencia emocional (IE) representa la capacidad fundamental de razonar con emociones.
- Competencia emocional es la parte comportamental de la IE y se alcanza cuando se tiene un cierto nivel de logro.
- La calidad del desempeño indicará cuánto hemos aprendido acerca de una emoción o una situación emocional e indicará nuestro nivel de competencia emocional.
- Para vivir una vida emocionalmente inteligente tenemos que ser emocionalmente competentes. Esto quiere decir, que para tener una buena actuación con respecto a una situación, necesitamos tener las habilidades, la motivación, la posibilidad y la capacidad de usar estas herramientas de una manera apropiada.
Tips:
Aquí les dejo un excelente documental del programa Redes llamado “Aprender a gestionar las emociones – emociones”. presentado por Eduard Punset.
Referencias
- Feldman Barret, L., P. Salovey, and D.J. Mayer, The Wisdom in Feeling: Psychological Processes in Emotional Intelligence (Emotions And Social Behavior) 2002: The Guilford Press.
Fundadora de EQness. Neurocientífica. Física con Doctorado en Neurología Clínica. Responsable de proyecto de investigación para entender cómo olvidamos eventos emocionales.